Según datos oficiales ofrecidos por el Ministerio de Salud Pública de Cuba a la oficina de Naciones Unidas, y que cita el periódico Invasor en su portal web oficial, la presencia de la violencia que terminó en homicidios o asesinatos en el país, solo en el 2013, situó a La Habana como la provincia de Cuba con mayor cantidad de muertes por causas violentas (132), seguida por Santiago de Cuba (102), Camagüey (65) y Holguín (62). Cienfuegos con solo 20 casos en ese año fue el territorio que menos homicidios reportó, seguido por Ciego de Ávila (21).

En el caso de Cuba, estas son 5 razones que muestran por qué se mantiene e incrementa la violencia social, con su secuela terrible de muertes:

1. Ha crecido la venta, al por mayor, de bebidas en casi todo lugar y a cualquier hora. En Cuba se adquiere más fácil una botella de ron que una pizza.

2. La violencia doméstica se mantiene sustentada en el machismo social, y con la anuencia de las víctimas, quienes no denuncian sus agresores porque consideran que, si el agresor recibe una mísera multa o solo un papel de advertencia, poco puede esto influir en la modificación de su conducta violenta.

3. Las penas definidas por el Código Penal, establecen solo entre 7 y 30 años de privación de libertad para delitos de violencia que culminan con la muerte de una persona. No devienen escarmiento suficiente, comparadas con las sanciones a otros delitos menores.

4. La educación familiar estimula la violencia. Los padres les enseñan a sus hijos que: “si te dan, das”, inculcando el consentimiento y uso de la violencia desde edades tempranas.

5. La concepción social cada vez más extendida del uso de la fuerza y hasta de la muerte del que nos ofende como única vía de saldar una ofensa de la índole que sea.

La percepción social es que la violencia es cada vez mayor. Ante el lamentable incremento del fenómeno, la prensa en Cuba hace silencio. Con ello, solo contribuye a empeorar el ya bastante desolador panorama.