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El Deporte nacional tiene rival hace varios años

Todos sabemos el alcance del béisbol aquí en Cuba. No por gusto es el deporte nacional y principal pasatiempo en esta Isla. Ya cuentan 56 Series Nacionales desde su surgimiento y la pelota sigue siendo la identidad de cada cubano.

Ahora, debemos analizar concretamente por qué ha perdido miles y miles de adeptos en cada rincón del país. Este espectáculo deportivo que apenas necesitaba convocatoria para colmar estadios y romper termómetros de teleaudiencia ya tiene un rival desde inicios de este siglo.

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Pasión de 90 minutos

Pasión de 90 minutos

El fútbol, conocido como más universal de los deportes, comenzó a verse en Cuba con más frecuencia hace algo más de una década. Partidos de excelente calidad técnica y futbolistas con expedientes sobresalientes se podían y pueden apreciar a través de la pequeña pantalla.

La rivalidad competitiva, el respeto y organización de las Ligas propuestas así como la afición mundial que las rodea hacen que el cubano, de cualquier edad se enamore del fútbol.

A eso sumémosle que el béisbol cubano ha mermado su calidad indiscutida del pasado siglo. A inicios de la actual centuria Cuba comenzó a desangrarse y ya cuentan cientos y cientos de peloteros que han abandonado el país por distintas vías para probar suerte en la pelota de Grandes Ligas en Estados Unidos u otros torneos mejor remunerados.

Pero no solo ese factor es el culpable de la baja calidad de nuestros torneos y de las actuaciones desfavorables en la arena internacional. Tenga en cuenta que las Series Nacionales no muestran respeto al público. Desde los constantes cambios de horario hasta la escasez de peloteros que halen público han dado pie a que aficionados, jóvenes en su mayoría, prefieran el fútbol por encima del pasatiempo nacional.

Los estadios prácticamente vacíos desde hace varias temporadas dejan mucho que soñar con volver a vivir las emociones de las décadas finales de siglo XX. Play off espectaculares, figuras de renombre y gradas abarrotadas eran algunos rasgos de nuestros clásicos beisboleros domésticos. Rescatarlos es una tarea de más de un dirigente del INDER, es un compromiso con el pueblo aficionado de cada territorio cubano.

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