"Antes de que concluya el mes de octubre tenemos que tener una sesión de la Asamblea Nacional para la decisión del presidente de la República, el vicepresidente, la dirección de la Asamblea Nacional, es decir presidente, vicepresidente y secretario de este órgano y los demás miembros del Consejo de Estado", explicó frente a los integrantes de esa recién creada Comisión, Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado.

La Comisión de marras, compuesta por siete representantes de los "órganos de masas" de la sociedad cubana, supuestamente tendrá la altísima responsabilidad de proponer a aquellos ciudadanos ejemplares que ocuparán los nuevos cargos de gobierno en la isla, según dicta la nueva Ley Electoral que fuera aprobada hace algunos meses.

Como fiel expresión de la "democracia cubana", nadie sabe quién eligió a los representantes de la Comisión, y muy pocos conocen quiénes son estos, ni tampoco a quiénes propondrán ellos para ocupar los más altos cargos de la República. Entre esos cargos que serán repartidos se encuentran los de Presidente, quien a su vez elegirá a un primer Ministro, y también los de gobernadores y vicegobernadores provinciales.

De la comisión solo se sabe que está presidida por Consuelo Baeza Martín, miembro del Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), y además incluye a otras seis personas también propuestas por la CTC, los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Federación Estudiantil de Enseñanza Media (FEEM), según el ógano oficial del Partido Comunista de Cuba, el diario Granma.

Si bien Acosta señaló "la responsabilidad" de la Comisión Nacional de Candidaturas a la hora de elegir los nuevos gobernantes del país, no pocos cubanos se han cuestionado en las redes sociales la turbiedad del proceso o sencillamente "¿para qué sirve eso... al final el cuartico está igualito?" mientras tanto, no pocos bromean acerca de la imposibilidad de que Miguel Díaz-Canel no resulte elegido, algo que para muchos resulta una obviedad.

En cuanto a la nueva figura del Primer Ministro no pocos apuntan que pudiera ser el doctor Roberto Morales Ojeda, dada la gran afinidad existente entre este y el presidente Díaz Canel, aunque también pudiera tratarse de Inés María Chapman, una mujer, joven y negra; como gusta recalcar el discurso oficial para autoreconocerse sus supuestos avances en materia de igualdad sexual y racial.

No pocos cubanos tanto residentes en la isla como de la diáspora han señalado que las elecciones en Cuba no son más que una fachada que encuentra precisamente en este constructo de una comisión de candidatura el punto más cuestionable, pues supuestamente esas personas desconocidas son los que proponen a los candidatos. Por supuesto aquellas voces discordantes quedan fuera de la formación de gobierno en Cuba, y las personas que no sean afines al régimen siguen sin integrar ni una sola de las estructuras estatales, algo que nada tiene que ver con la democracia participativa que aseguran defender los partidarios del gobierno.

"El voto directo para elegir al presidente cubano y a los demás representantes del gobierno en la isla fue uno de los puntos que más planteamientos generó en loas amañados debates que tuvieron lugar para legitimar la nueva constitución redactada por los gobernantes, sin embargo los legisladores desconocieron olímpicamente esos planteamientos de la población y apostaron continuar con el circo democrático de siempre", afirmó otro ususario de Facebook.