Entre las figuras más célebres de todos los tiempos en Cuba, y  cuya fama trasciende los tiempos debido a un trágico accidente aéreo, se encuentra Matías Pérez.

Este hombre es el motivo por el cual, cuando un cubano quiere decir que algo se desapareció sin dejar rastros lo dice así  “ese voló, como Matías Pérez”. ¿Pero, realmente existió Matías P. o no?

Según documentos históricos se hizo la primera ascensión en globo de un astronauta en la isla de Cuba el 18 de marzo de 1828 y el mérito fue del Francés Eugenne Roberson. Pero desde ese momento muchos otros intrépidos fueron probaron suerte, hasta que los ascensos llegaron a convertirse en una moda.

Y según dicen, entre los más entusiasmados con la idea de volar estaba un portugués nombrado Matías Joaquín Pérez, radicado como cirquero en la ciudad de La Habana.

El 12 de junio de 1856 cuando entre vítores y clamores se elevó el Sr Matías por vez primera., todo fue una éxito. Pero con ese triunfo se le subió la fama a la cabeza muy pronto y se decidió a probar una segunda vez, mucho más confiado el 30 de junio del mismo año. Igualmente se vistió de gala La Habana resonaron los acordes de la orquesta y las exclamaciones de los admiradores no se hacían esperar.

Don Matías estaba eufórico, cuando de se soltaron las amarras y el globo se fue elevando con rapidez ante la vista llorosa de las damas. El viento lo elevo tan lejos que muy pronto se perdió ante los ojos de los espectadores. Y ni el globo ni el astronauta se volvieron a ver.

Surgieron cientos de versiones del suceso con esta popular anécdota y hasta canciones y poemas sobre la trágica desaparición del portugués.  Muchos aseguran que durante la luna llena de junio se escucha el llanto de un hombre desesperado por los cielos de La Habana.