Después de un primer semestre de 2018 muy deprimido en materia de la aparición de carne de puerco en los mercados de Villa Clara, el 23 de junio de 2018, Jorge Luis Leiva Carrazana, director de la Empresa Porcina Villa Clara, le afirmó al semanario Vanguardia: «En el segundo semestre vamos a tener una mejoría, que no la cuantificamos, pero los niveles productivos se irán incrementando y a partir de septiembre debemos cumplir el plan y tener un cuatrimestre final de año mucho mejor».

Pero, solo quedó en palabras. De un plan de 25 645 toneladas de carne de cerdo en pie para 2018; de las cuales 16 502 toneladas debían haberse logrado al finalizar agosto, se produjeron solo 14 074.

La diferencia en la producción, las toneladas faltantes, se vieron en las mesas del pueblo que no pudo comer la carne, y que tuvo pocas opciones, en general, para sustituir al desaparecido cerdo.

Justificaciones, siempre hay. Al propio semanario Vanguardia declaró Norberto Espinosa, presidente del Grupo Empresarial Ganadero del Ministerio de la Agricultura: «El país tiene dificultades con el maíz y la soya importados; debemos apostar por el aflecho y los subproductos nacionales. Dependemos mucho de la miel que se genere en la zafra chica, por lo que se debe repartir el pienso con mesura y objetividad».

En resumen, no hay alimento, o no hay el necesario, por lo que los niveles de producción no podrán cumplirse y no llegará, al final, la codiciada carne de cerdo a la mesa.

La situación en el resto del país no es mucho más feliz al respecto. En sentido general, la carne de puerco escasea. En algunas provincias más que en otras, pero casi todos los cubanos han sentido la ausencia de esta carne, y la siguen sintiendo. La pregunta que se cierne ante tan oscuro panorama es solo una: ¿hasta cuándo será?